En Italia, la instalación de cámaras no puede considerarse una mera decisión técnica: debe cumplir con la normativa europea (RGPD – Reglamento UE 2016/679) y las directrices de la Autoridad Italiana de Protección de Datos.
En un mundo donde la resiliencia operativa y la eficiencia son más críticas que nunca, la seguridad física ha dejado de ser un gasto y se ha convertido en una inversión estratégica.